La política pro-derechos de Barack Obama: Posibilidades y Desafíos
El nuevo presidente estadounidense, Barack Obama, culminó con la política de restricción de los derechos sexuales y reproductivos que estableció George Bush Jr., a través del desbloqueo de fondos destinados a atender políticas públicas relacionadas con el aborto. Tal decisión inicia una nueva época en la agenda de salud sexual y reproductiva en dos sentidos. Por una parte, se reabren las puertas que permitirán la canalización de financiamiento. Empero, también se replantea la agenda y las estrategias políticas de los grupos antiderechos sexuales y reproductivos y de la jerarquía católica.
¿Qué retos se plantean a las organizaciones pro-elección ante las estrategias que los grupos antiderechos pueden desplegar ante la decisión política de Obama? En primer lugar, es necesario considerar que la agenda pro derechos sexuales y reproductivos tiene dos puntos a favor porque no solo se desbloquearon fondos de cooperación, sino que Obama replantea el discurso conservador al posicionarse públicamente como una persona que profesa una fe cristiana, que considera que el embarazo no es un fenómeno moral ligado a cuestiones teológicas-iusnaturalistas. Por el contrario, la política de Obama sitúa el embarazo como un fenómeno complejo que guarda una estrecha relación con el contexto de vida de la mujer. De esta manera, la visión de la maternidad es desnaturalizada y librada de las perspectivas teológicas, para optar por una mirada de proceso y construcción social, que es necesaria para garantizar la introducción, defensa y promoción de derechos ciudadanos.
La decisión política de Obama sugiere que un gobernante puede profesar un credo religioso a la par que cimienta las bases de un Estado laico y promueve una agenda pro derechos sexuales y reproductivos. Sin embargo, para los sectores antiderechos y el conservadurismo católico, esta actitud es propia de una cultura de la muerte. Es por ello que las organizaciones pro-elección deben considerar que el tiempo instaurado por Obama dinamizará los juegos de poder que los grupos antiderechos ponen en escena a través de sus estrategias mediáticas, políticas de difamación, cabildeos, lobbys y sus propuestas médicas-teológicas-jurídicas.
Una muestra de los juegos políticos de los grupos antiderechos sexuales y reproductivos son la marcha que cada mes de enero se realiza en Washintong por la punición del aborto, los comentarios del presidente de la organización antiderechos Human Live International, Rev. Thomas Euteneuer(1) y el proyecto de ley que el senador estadounidense y miembro del Grupo Mundial de Gobernantes y Parlamentarios por la Vida, Christopher Smith, está laborando para anular el desbloqueo de fondos que Obama acaba de aprobar. En suma, todas estas acciones van en contra de las políticas públicas que velan por la vida y la salud de las mujeres; por lo que las organizaciones pro derechos sexuales y reproductivos tienen el reto de observar en sus ámbitos de acción, las actividades que los grupos antiderechos despliegan en las instituciones de la administración pública a través de sus redes sociales y sus vínculos con el catolicismo conservador, dado que la política de Obama ante el aborto, coincide con la creación y difusión de la Instrucción Dignitas Personae, que la Congregación para la Doctrina y la Fe elaboró para otorgar argumentos teológicos-médicos-biológicos (bioética conservadora) a sus laicos, a fin de promover una punición mundial del aborto (moratoria del aborto) y prácticas científicas de métodos de reproducción asistida. Así, se plantea un nuevo reto para los grupos que promueven y defienden la agenda pro-derechos y pro-elección: comprender la perspectiva bioética de los grupos antiderechos y del catolicismo, identificar los comités antiderechos de bioética y visibilizar los discursos y las redes que vinculan las propuestas de estas organizaciones con los centro de argumentación jurídica que proveen de fundamentos para elaborar políticas públicas contra la salud sexual y reproductiva o para generar una política (informal) de bloqueo de la agenda pro-derechos de la ciudadanía.
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(1) Euteneuer catalogó la decisión de Obama como “cobarde” y señaló que “las presuntas victorias políticas, son temporales”.
