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jueves, 19 de febrero de 2009

La transexualidad en Cuba






La transexualidad en Cuba

Un libro vivo

Hilario Rosete Silva • La Haban

Fotos: Camilo García


“La transexualidad en Cuba no es para leer de corrido; no va dirigido a un público particular, aunque está escrito en lenguaje científico”, dijo Ada Alfonso, especialista de primer grado en Psiquiatría, el pasado 15 de febrero de 2009, en la sala José Antonio Portuondo de la fortaleza de San Carlos de la Cabaña.


La obra reúne trabajos originales de 11 integrantes de la Comisión Nacional para la Atención a Personas Transexuales, a saber, la propia doctora Ada Alfonso y sus colegas Mirtha Prieto, Alberto Roque y Rubén Padrón, y las licenciadas Mariela Castro , Mayra Rodríguez , Caridad T. García, Ofelia C. Bravo, Maritza Rodríguez , Marta Fernández y Yamila González.

El volumen, de poco menos de 200 páginas, fue compilado y prologado por Mariela Castro , autora del primer capítulo y presidenta tanto de la Comisión, como del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX). Es un homenaje a Vilma Espín Guillois (1930-2007), artífice del Programa Nacional de Educación Sexual y el trato justo a la diversidad de expresiones sexuales.

La transexualidad… está dividida en siete partes. Por ellas el lector descubre pelos y señales, detalles y circunstancias, de la estrategia nacional de atención integral a las personas transexuales; las posiciones teóricas que buscan explicar la etiología de la transexualidad; los procedimientos terapéuticos hormonales prescritos en la reasignación del género; testimonios caracterizadores del ciclo vital de estas personas y su tratamiento psicológico; experiencias de trabajo grupal con sus familias; y algunas de las soluciones jurídicas encontradas ante la ausencia de una legislación que reconozca la identidad de la persona transexual.

Cinco de aquellos 11 expertos ocuparon la mesa presidencial de la sala Portuondo para dialogar con el público. Estos fueron de nuevo la doctora Ada Alfonso y su camarada Alberto Roque, y las licenciadas Mariela Castro , Mayra Rodríguez y Caridad Teresita García.

Transexual, no travesti

“La transexualidad en Cuba se escribió para los interesados en conocer cómo se aborda en el país el transexualismo. Es un libro vivo, se re-escribe y pone a prueba en la atención interdisciplinaria, semana tras semana”, agregó Ada Alfonso, doctora en Medicina por la Universidad de La Habana (UH).

“Estaba aquí, tratando de recordar qué fue lo que más me impresionó y me ha seguido impresionando durante todos estos años de trabajo en la Comisión” —confesó en su turno Caridad Teresita García, licenciada en Psicología también por la UH. “Y pienso que ha sido la carga de sufrimiento personal, social, familiar, que acompaña o rodea a la persona transexual. Nadie piense en individuos que andan muy felices por la vida, a los que se les ocurrió un buen día intentar convencer a las autoridades de salud de que les indiquen hormonas para tener mamas, redondear las caderas y hasta de que les practiquen una intervención quirúrgica de reasignación de sexo. Esa no es la realidad. Sus historias son tristes. Son personas que por lo general llegan a nosotros muy atormentadas, angustiadas porque su sexo psicológico, el que se han construido a lo largo de la vida, no se reconoce en su sexo biológico, en el sexo asignado al nacer.”

“El libro La transexualidad en Cuba es para mí un sueño hecho realidad”, subrayó a su vez la especialista del CENESEX Rosa Mayra Rodríguez , especialista en Psicología Educacional. “Deseo recalcar dos aspectos: una, que para diagnosticar a una persona transexual, esta debe tener, como mínimo, 18 años de edad y dos de atención sistemática por parte de la Comisión; y, dos, que un transexual no es un travesti. El travesti viste ropas propias del sexo opuesto, pero no tiene contradicción con su sexo biológico; el transexual, en cambio, es una persona que por biología pertenece a un sexo y por psique se siente en el otro, dicotomía de la que nace su sufrimiento.”


Al César lo que es de él



Entre otras precisiones útiles, Alberto Roque, doctor en Medicina por el Instituto de Ciencias Básicas y Preclínicas Victoria de Girón, recordó y agradeció a las especialistas presentes, y al resto de los colegas de la Comisión, lo aprendido en estos años de trabajo:



“Mi discurso inicial era más centrado en la atención médica, y eso generaba rechazo cuando compartía con mis camaradas a nivel internacional; así que fui apoderándome de un vocabulario de integración social, idóneo para tratar con las personas transexuales, que al fin y al cabo son seres humanos con las mismas problemáticas que cualquier ciudadano del mundo.



“Es importante entonces ―reconoció el diplomado en Cuidados Intensivos―desapropiarse de algunos hábitos, y aprender mucho, en general sobre diversidad. Los médicos, lamentablemente, hemos padecido de una transfobia excesiva; la Medicina ha estado desprovista del conocimiento de la diversidad sexual, materia que no se imparte como sería de esperar en las escuelas de Medicina; es preciso ofrecer herramientas para que los médicos lleguemos a comprender, a tener un sentido más integral, plural, de cómo tratar al paciente. El cuerpo de los transexuales también se enferma; esa es mi función en la Comisión, atender problemáticas y enfermedades asociadas al tratamiento hormonal; mas no podría tratar a estos seres humanos, si no integro lo biológico y las esferas intelectual, sicológica y/o sentimental.



“Aún estamos desprovistos de una cultura de la diversidad sexual ―admitió el especialista en Medicina Interna de primer grado―. Quizá por eso, cuando Mariela Castro , directora de CENESEX, me propuso integrar la Comisión en calidad de médico internista, preferí primero profundizar mis conocimientos en este ámbito de la diversidad sexual. Dicho estudio me entusiasmó profundamente. Amplió mis intereses, cambió el ángulo, la perspectiva, el punto de vista desde el que consideraba no solo a mis pacientes, sino a toda la sociedad.”



“En el 2004 le dimos otra vuelta a la atención integral a las personas transexuales”, contó Mariela Castro , licenciada en Psicología por la UH. “Como dijeron aquí los colegas y la clasifica la psiquiatría, consideramos la transexualidad como un trastorno de identidad de género, si bien otros espacios de las Ciencias Médicas la explican en términos más rebuscados. Y es que los seres humanos, para repensar a los otros, requerimos ordenarlos, encasillarlos. Jeffrey Weeks, sociólogo británico, afirma que adjetivando a estas personas, la sociología, el psicoanálisis, las ciencias, ayudaron a estigmatizarlas, pero también a visualizarlas, a que nos fijáramos en su realidad para, con esa mirada más humanista, poder darles su lugar.”



Saber y altruismo



“Hoy día ―expresó la máster en Sexualidad― a nivel teórico y mundial, nos encontramos en una búsqueda, racional, común, de la integración, de la convivencia del ser humano. No podemos seguir perpetuando la vieja fórmula ideológica: ‘Lo que no es idéntico, es diferente; y al ser diferente, es inferior y tiene menos derecho’. Estudiosos afirman que tales postulados tienen su trasfondo material: ‘Si hay uno que quiere defender sus derechos, es porque hay uno que tiene más derechos. Y si hay uno que tiene menos derecho, entonces me apropio de sus bienes, de su potencia, y lo disminuyo, le resto posibilidades para sumármelas yo’. ¡Todo procede del mismo y antiguo método de explotación del hombre por el hombre!



“Por tanto, como institución y como país, proclamó la miembro del consejo asesor de la Asociación Mundial de Salud Sexual, afirmamos que no deseamos proponer la segregación; que no queremos fundar ningún grupo, so pena de perpetuar el mismo mecanismo; que no aspiramos a hiperbolizar un rasgo de la personalidad —es negro, es pequeño, es chino, es católico, es musulmán, es comunista, es el del sur, es del norte— para identificar a la persona y ponerla en inferioridad de condiciones. Antes de reproducir tales mecanismos de discriminación, debemos descubrir cómo se manifiestan en los adjetivos o calificativos que empleamos.



“Por ahí, señaló la directora de la revista Sexología y Sociedad, es por donde invitamos al diálogo, la reflexión, el aprendizaje, la discusión, la elaboración de proyectos donde integremos orientaciones sexuales, identidades de género, colores, ideas, creatividades, geografías. Abogamos por tratarnos con respeto. ¿Que hay asuntos o problemáticas que piden atención y estrategias específicas? Pero no pueden empañar nuestra perspectiva de integración entre todos los seres humanos. CENESEX convoca a trabajar juntos por superar los orígenes de la discriminación por la razón que sea. Con ese fin compilamos La transexualidad en Cuba, conjunto de nuestras primeras ideas para sistematizar la atención Integral a Personas Transexuales.”


Antes de finalizar, en boca de la doctora Ada Alfonso , el acto de presentación de La transexualidad en Cuba agradeció el desinterés de los coautores, que “desestimaron los aspectos financieros y entregaron sus saberes y tiempos para el logro de la obra”. Así mostró gratitud, al Consejo de la Mocedad del Ayuntamiento de Gijón, por financiar la impresión; y a las personas transexuales y sus familiares, por sostener y acompañar la “construcción del libro”.

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